Ciego o estúpido

Por lo general los deportistas que llegan al más alto nivel tienen el ego subido, algo que les ayuda a trabajar más cada día y a evolucionar en su carrera deportiva, y aunque bien gestionado no tiene porqué dar mayores problemas, a veces se generan choques entre dos deportistas. Lo normal es que estos enfrentamientos queden en algo del momento que no va más allá de la anécdota, pero en algunas ocasiones la situación se les va de las manos y se convierten en fuertes discusiones, incluso puede llegar a generar una fuerte rivalidad entre los protagonistas. Esta segunda situación, aunque son las más recordadas y famosas, son las menos habituales, porque en el día a día lo más frecuente es que haya un enfrentamiento concreto por cualquier motivo y con el paso del tiempo el rencor va a menos y termina siendo algo con poca importancia, sobretodo si el objeto de la disputa no es nada especialmente grave. En la Fórmula 1 suele ocurrir lo mismo, a menudo hay esas pequeñas rencillas entre pilotos, normalmente por acciones que ocurren en pista o por declaraciones que hacen a la prensa, y lo más frecuente es que la situación no vaya a mayores, se suele quedar en un enfado del momento y una pequeña batalla dialéctica, pero raramente se convierte en una dura rivalidad.

Estos enfrentamientos sueles ser los más habituales y también más llamativos cuando los protagonistas son pilotos que ganan títulos o que aspiran a ganarlos en algún momento, porque son los que tienen más visibilidad mediática, al ser grandes pilotos con buenos monoplazas que luchan por las posiciones de cabeza, y ganar una plaza al final de carrera es muy importante para ellos, porque consiguen más puntos para la clasificación, por eso luchan en pista cuando tienen la posibilidad. Una de estas ocasiones donde hubo una confrontación entre pilotos fue en el Gran Premio de San Marino de 2004. Los protagonistas de esta historia son Michael Schumacher y Juan Pablo Montoya. De Schumacher poco hay que decir que no se sepa ya, siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, cinco de ellas de forma consecutiva, 91 victorias en su haber y 155 podios, unas cifras que están al alcance de muy pocos y que demuestran que es un gran piloto, pero también tenía un estilo de pilotaje donde llevaba ciertas acciones al límite, teniendo unas cuantas polémicas a lo largo de su carrera, incluso llegó a ser descalificado del campeonato de 1997 por su acción con Jacques Villeneuve en la carrera de Jerez.

Montoya y Schumacher en el podio del GP de Mónaco 2003.

Por su parte, Juan Pablo Montoya es originario de Bogotá, Colombia. Se inicia en los karts desde muy joven en los campeonatos nacionales de Colombia. Poco a poco comienza a participar en competiciones internacionales y subiendo de categorías a medida que va ganando experiencia y obteniendo buenos resultados. Después de pasar, entre otras categorías, por la Fórmula 3 británica y la Fórmula 3000, en 1999 se va a Estados Unidos a participar en la CART, montado en un monoplaza de Ganassi, donde logra el título ya en su temporada de debut. Un comienzo bastante bueno, y al año siguiente, en el 2000, aunque no logra repetir la hazaña, sí que consigue victorias en Milwaukee, las 500 millas de Míchigan y en Gateway. Pero la victoria más importante de este año fue la de las 500 millas de Indianapolis, y además en su primer intento, algo que muy pocos han logrado. Con este palmarés a sus espaldas comenzó a llamar a atención de la Fórmula 1. Williams ya se había fijado en el colombiano, de hecho lo había contratado como piloto de pruebas, pero ahora apostarían por él y le darían un asiento para la temporada del 2001. Este año ya conseguiría sus primeros podios y su primera victoria en el Gran Premio de Italia. En los siguientes dos años siguió cosechando podios y alguna victoria, logrando ser tercero del campeonato en 2002 y 2003.

La temporada del 2004 comienza con Michael Schumacher como claro favorito tras ganar el título los cuatro años anteriores de forma consecutiva, pero Montoya, aunque sabía que iba a ser difícil plantarle cara al alemán, al menos lucharía por cada oportunidad que tuviese delante. El inicio del campeonato fue dominado de una forma clara por Schumacher, ganando las tres primeras carreras en Australia, Malasia y Baréin, y Montoya solo pudo lograr un segundo puesto en el circuito de Malasia. En este momento Michael ya era líder destacado del campeonato con 30 puntos, con Rubens Barrichello segundo, acumulando 21 puntos y Juan Pablo Montoya cuarto con 12 puntos. La lucha por el título ya estaba muy complicada para el colombiano, pero todavía quedaban 15 grandes premios por delante, suficientes oportunidades para seguir luchando para convertirse en campeón. El fin de semana del 25 de abril de este 2004 llegaba la cuarta cita del año, el Gran Premio de San Marino, que se disputaba en el circuito de Imola. En la calificación del sábado fue Jenson Button quien logró el mejor tiempo, llevándose su primera pole en la Fórmula 1. Segundo fue Michael Schumacher, Juan Pablo Montoya tercero y Rubens Barrichello cuarto, así que ya estaba todo preparado para la carrera.

Llega la mañana del domingo y todo se va preparando para el inicio de la prueba. Con los pilotos ya listos en la parrilla se da la salida sin mayores problemas, excepto por un leve toque entre Fernando Alonso y David Coulthard, con el escocés como mayor perjudicado al irse a la grava, aunque consiguió volvió a pista rápidamente, pero tenía el alerón delantero roto y tendría que pasar por boxes. Aparte de esto había los típicos intentos de adelantamientos, entre los que estaba Montoya queriendo sobrepasar a Schumacher. El piloto de Williams lo daba todo para ponerse por delante, pero el de Ferrari le cerraba las puertas en cada intento. Al llegar a la séptima curva, conocida como Tosa, el colombiano volvió a intentarlo por fuera. Esta fue la oportunidad más clara que tendría Juan Pablo, ya que por un instante estuvo a la par de Michael, así que ésta sería su oportunidad de ganar la posición. El alemán, que tenía el interior de la curva ganado, decidió trazar la curva como si no tuviese a ningún rival a su lado, aprovechando al máximo el asfalto al acelerar para salir de la curva, obligando a Montoya a salirse al césped para evitar la colisión. Era una acción algo arriesgada, pero el colombiano continuó con el pie en el acelerador a pesar de no tener tanta tracción como sobre el asfalto, pero tampoco quería perder la posición. En su regreso a la pista, Juan Pablo casi se toca con su compañero Ralf Schumacher, aunque ellos dos pudieron evitar el accidente.

La carrera siguió su curso, con Jenson Button al frente y con una pequeña ventaja sobre Michael Schumacher, que iba segundo, Juan Pablo Montoya se mantuvo en la tercera plaza mientras que Takuma Sato superó a Ralf Schumacher, ganándole así la cuarta posición. Después de la octava vuelta Button entró en boxes para poner gasolina y cambiar neumáticos, momento en el que Schumacher aprovechó para coger el liderato, una posición que mantendría por el resto de la prueba. Después de dar los 62 giros que componían la carrera fue el alemán quien vería primero la bandera a cuadros, con Jenson Button en segundo lugar y Juan Pablo Montoya tercero, que logró subir al podio a pesar de los intentos que hacía Fernando Alonso por superarle, pero el español se tuvo que conformar con la cuarta plaza. Como siempre se celebró la ceremonia del podio, y como también es habitual los tres protagonistas se fueron hacia la rueda de prensa para responder las preguntas de los periodistas y dar su visión sobre la carrera.

Podio del GP de San Marino 2004.

Durante la rueda de prensa los periodistas se acordaron del incidente de la primera vuelta entre Schumacher y Montoya y les preguntaron al respecto, siendo el colombiano el primero en responder, replicando con ironía a unas palabras que dijo el alemán, afirmando: Él dijo que no me vio, pensó que yo no estaba allí, así que no lo sé, tal vez se olvidó de mirar. Por su parte Schumacher confesó que sí le vio en la frenada, pero como iba por el exterior pensaba que había perdido terreno y no esperaba que se mantuviese a su lado en la curva. Luego en mitad de la entrevista les pusieron las imágenes del incidente en un televisor, y la reacción de Montoya fue increíble, diciendo una de las frases del momento: Tienes que ser ciego o estúpido para no verme. La rueda de prensa tenía su momento de tensión, ya que si bien no había pasado nada malo en la pista, podrían haber tenido un accidente, por eso Montoya no estaba muy contento por lo que había hecho Schumacher. Después le preguntaron a Jenson Button por lo ocurrido, pero como el inglés no se quería posicionar por ninguno de sus rivales decidió poner un toque de humor y declaró que no vio la acción, que estaba mirando para otro lado.

Video de la acción entre Schumacher y Montoya y la posterior rueda de prensa.

1 comentario

  1. aliava dice:

    Viendo el vídeo no veo que haya mucho que reprochar. Uno se la juega intentando el adelantamiento en una zona aparentemente imposible, y el otro pues intenta cerrar el hueco mandándole a la hierba. Temerario por parte de ambos, pero nada más. No es como aquella de Brasil entre Verstappen y Hamilton en 2021, en la que el holandés no hizo la curva buscando echar a Hamilton del trazado. En este caso los dos hacen la curva, y los dos mantienen el pie abajo, con el riesgo que eso supone

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