Trata de arrancarlo

Ya se sabe que en cualquier deporte ganar un título es muy complicado, y perderlo puede ser extremadamente fácil. Para ganar un campeonato se necesita estar muy bien y en forma durante toda la competición, conseguir buenos resultados, ser muy constante, aprovechar las ocasiones que se presentan y, en ocasiones, tener la suerte de tu lado. En deportes de motor, como el automovilismo o el motociclismo, también es bueno tener un buen vehículo que pilotar, que no padezca de fallos mecánicos, y además no tener accidentes que resten puntos al final de la carrera. Son muchos factores los necesarios para poder ganar un título, pero cualquier detalle puede hacer que alguien pierda la oportunidad de alcanzar el tan ansiado título.

Cuando no se consigue el título por una distancia de puntos o de tiempo relativamente alta se puede asumir con cierta facilidad el no haber llegado al éxito, se analiza la temporada y se puede llegar a una conclusión con algo más de tranquilidad, reconociendo los errores y preparándose para el siguiente campeonato aspirando a ser el mejor en esa nueva oportunidad. Pero la situación cambia cuando la diferencia entre el éxito y la decepción es pequeña. Es en estas ocasiones cuando el perdedor se pregunta que ha hecho mal, que ha fallado para haber estado cerca de la gloria y no alcanzarla, y a veces es difícil de aceptar esa situación, sobretodo cuando no se perdió por un fallo propio, sino por algo ajeno al piloto, como puede ser una decisión polémica, una mala acción de un rival o de un fallo mecánico. En esos instantes es cuando más duele el haber perdido la oportunidad de ser campeón.

Ejemplos de esto los hay en la Fórmula 1, como en la temporada de 2021, cuando hubo un trepidante duelo entre Max Verstappen y Lewis Hamilton, batalla que ganó el neerlandés, llevándose el título en la última carrera de Abu Dhabi tras adelantar a Hamilton después de un controvertido safety car, o cuando en el 2008 Felipe Massa tuvo opciones de coronarse como campeón en el Gran Premio de Brasil, de hecho durante unos breves instantes parecía que lo iba a lograr, sin embargo Lewis Hamilton cruzó la meta quinto tras adelantar a Timo Glock en los últimos metros de la carrera, haciendo que se llevase los puntos necesarios para conseguir su primer título. También en MotoGP hay casos, como en la temporada de 2015, donde Valentino Rossi, tras un incidente con Marc Márquez en la carrera de Malasia, recibió una sanción para el Gran Premio de Valencia, relegándole a la última posición de la parrilla de salida y no fue capaz de remontar lo suficiente durante la carrera para ganar el campeonato, que cayó en favor de Jorge Lorenzo.

Pero ahora nos vamos a centrar en el Campeonato del Mundo de Rally, el WRC, donde las pruebas se realizan en diferentes países del mundo por carreteras y caminos cerrados al tráfico, donde los vehículos participantes son coches derivados de serie preparados para la competición. El campeonato del mundo como tal comienza en 1973, pero esta historia transcurre en 1998, y como protagonistas están dos de los mejores pilotos de este deporte, el español Carlos Sainz y el finés Tommi Mäkinen.

Carlos Sainz.

Carlos Sainz nace en Madrid el 12 de abril de 1962 y sus inicios son algo curiosos, ya que practicó varios deportes, como boxeo, esquí, tenis o atletismo, pero su primer gran éxito llega con el squash, donde llegó a ganar un campeonato de España en 1978. Pronto se pasaría a los rallyes, concretamente en 1980, y al poco tiempo comenzaría a cosechar resultados, ya que en 1981 se proclamaría campeón de la Copa Nacional Seat Panda. Continuaría su participación en otros campeonatos hasta que en 1987 levantaría el título en el Campeonato de España de Rally, hazaña que repetiría en 1988. Carlos haría sus primeros pinitos en el mundial de rally en 1987, pero fue en 1989 cuando realizó su primera temporada completa, montado en un Toyota y dónde consigue sus primeros tres podios. Ya en 1990 logra sus primeras victorias mundialistas, incluyendo el Rally de los Mil Lagos, siendo el primer piloto no nórdico en ganar la prueba en sus 40 años de historia. Al final del año sus buenos resultados le otorgaron su primer título mundial de rallyes, algo que volvería a conseguir dos años después, en 1992, convirtiéndose así en bicampeón del mundo.

Tommi Mäkinen.

Por otro lado está Tommi Mäkinen, que nace el 26 de junio de 1964 en Puuppoca, un distrito de la ciudad de Jyväskylä, a 270 kilómetros de la capital finesa, Helsinki. Su primer contacto con las carreras son curiosos, ya que comienza en las competiciones de tractores, donde llega a ser campeón nacional, para luego pasarse a los rallyes en 1985. Participa en el Campeonato de Finlandia de Rallys, ganando el certamen en 1988 a los mandos de un Lancia. En 1987 participa por primera vez en el mundial, donde solamente toma parte en el Rally de los Mil Lagos. En los siguientes años sigue haciendo participaciones esporádicas en el mundial hasta que llega 1995, año en el que Mitsubishi piensa en él y lo ficha para realizar la temporada completa, donde logra una quinta plaza al final del campeonato. Pero fue en 1996 donde comenzó a lucir su talento, al llevarse el título tras ganar en cinco rallyes, y al año siguiente volvería a coronarse otra vez como campeón, está vez con menos holgura que la primera vez, ya que solo aventajó a Colin McRae en tan solo un punto.

La temporada de 1998 comenzaba con Tommi Mäkinen, junto a su copiloto Risto Mannisenmäki, como máximo favorito, al ser el campeón de las dos ediciones anteriores. Pero Carlos Sainz, con su copiloto Luis Moya, estaba ahí dispuesto a luchar y a arrebatarle el cetro. El español fue el primero en dar un golpe sobre la mesa al ganar el Rally de Montecarlo, la primera cita del año, mientras que el finés se tuvo que retirar por un accidente. En la siguiente prueba, el Rally de Suecia, fue Mäkinen quien se llevó la victoria, mientras que Sainz fue segundo. El campeonato avanzaba, y eran ellos dos junto a Colin McRae, quienes aspiraban a llevarse el título, y de hecho era el escocés quien iba líder del campeonato al término del Rally de Grecia, la octava cita de las trece que componían la temporada. La competición continuó, Carlos Sainz se colocó líder del mundial, y se mantuvo ahí hasta que Mäkinen le robó esa posición en la penúltima prueba, disputada en Australia, aventajando al español en tan solo dos puntos, 58 frente a 56. Ya sólo quedaba un rally para terminar el mundial y la emoción se palpaba en el ambiente, quien ganase esta última prueba se llevaba el título.

Por fin llegaba la última cita de la temporada, el Rally de Gran Bretaña, que se disputaba entre el 22 y 24 de noviembre de este 1998, con un recorrido que transitaba sobre carreteras inglesas y galesas. El primer día comienza con un claro dominio de Colin McRae, que se adjudica los seis primeros tramos de la prueba, pero en el sexto tramo del día salta la sorpresa, Tommi Mäkinen perdía algo el control de su Mitsubishi impactando sobre un bloque de cemento, destrozando la rueda trasera derecha del coche. El finés trató de continuar, de hecho consiguió terminar este sexto tramo, pero cuando estaba en el enlace entre los tramos seis y siete se encontró con un control policial que le obligó a detenerse, dando por terminado así su participación. Con este abandono Tommi Mäkinen perdió muchas opciones de alzar su tercer título, ya no dependía de él a pesar de ser el líder del campeonato con dos puntos de ventaja sobre Carlos Sainz, que ahora tenía todo a su favor para convertirse en tricampeón del mundo, que de hecho ganaría el séptimo tramo del rally.

Accidente de Tommi Mäkinen.

A partir de este momento Carlos Sainz y Luis Moya decidieron bajar el ritmo para evitar que su Toyota les diese problemas, conocedores de que solo tenían que terminar la prueba entre los cuatro primeros para llevarse el mundial. Se van completando los tramos, finalizan los dos primeros días de competición y el piloto español va cumpliendo el objetivo, se mantiene entre los mejores de la clasificación y ya empieza a acariciar el cetro de campeón. Comienza el tercer y último día de rally, la pelea por ganar la prueba está entre Colin McRae y Richard Burns, que han dominado la mayor parte de la competición al repartirse la mayoría de tramos entre ellos dos. La pugna que tenían los dos británicos por la victoria del rally terminó cuando Colin McRae se vio obligado a abandonar después de sufrir una avería en el motor de su Subaru, dejando la victoria en bandeja a Richard Burns.

Aparte de la lucha por la victoria del rally, la atención estaba puesta en el Toyota de Carlos Sainz, que en este día de rally el español estaba cuarto, justo la posición que necesitaba para levantar su tercer título. Los pilotos comienzan el último tramo de la prueba, de 27 kilómetros, y Carlos Sainz trata de ir a un buen ritmo, pero sin forzar su Toyota para evitar problemas. Sainz va cumpliendo con su objetivo y empieza a acariciar la corona de campeón. La meta está cada vez más cerca, el título ya casi está en sus manos, pero ocurre lo que Carlos no quería, el motor comienza a fallar. Una de las bielas se rompió, y el Toyota se detiene muy cerca del objetivo, a tan solo 500 metros de la línea de meta, y sin embargo parecía que su Toyota no los quería recorrer. Tanto Carlos Sainz como Luis Moya se bajaron del coche, levantaron el capó para intentar solucionar el problema y Luis Moya pronunció la frase más recordada del momento: ¡Trata de arrancarlo Carlos, trata de arrancarlo! Carlos Sainz lo intentó, pero no había manera, su rally había terminado de una forma muy cruel, con las mieles del éxito a poca distancia, su tercer título se esfumaba por culpa de un fallo mecánico a falta de 500 metros para el final. El título cayó en manos de Tommi Mäkinen, que creyendo que lo tenía perdido ya estaba preparando las maletas para irse de allí con destino a su casa.

Abandono de Carlos Sainz.

3 Comentarios

  1. aliava dice:

    Carlos Sainz, desde aquel momento, tuvo fama de que la mala suerte la ha perseguido. Le pasó en aquel rally y en muchos de los Dakar en los que ha participado. Ahora parece que su hijo ha heredado también esa mala suerte. Si los mecánicos no se olvidan una rueda, se lleva por delante una alcantarilla o sufre accidentes porque otro se lo lleva puesto. Aún así creo que Carlos Sainz padre es uno de los mejores pilotos que ha dado España, por no decir el mejor.

    PD: ¿Soy yo o Tommi Makkinen se parece a Rubens Barrichello?

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    1. David R. dice:

      No me había fijado en el parecido entre Mäkinen y Barrichello, pero sí, un puntito sí que lo tienen.

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  2. Priti dice:

    Winning is tough 👌

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