TT Isla de Man (II)

Tras la polémica carrera de la Coupe Internationale 1906 disputada en Austria, en Gran Bretaña la Auto-Cycle Union decide crear su propia carrera, y con la experiencia previa de dos años en la Isla de Man, tiene la idea de seguir yendo allí para organizarla. Con la voluntad de impulsar la nueva prueba, tocaba elaborar el reglamento. A diferencia de lo que ocurría en el resto de Europa, que las competiciones se hacían con prototipos, unas motos creadas específicamente para la competición, para la Isla de Man la idea fue que los participantes utilizasen motos de calle preparadas para correr. Aparte de esto hicieron dos categorías, una con motos de un cilindro y la otra de motos de dos cilindros, además de imponer un tope máximo en el consumo de gasolina en cada categoría. También pusieron otra diferencia respecto al resto de pruebas europeas. Mientras que lo habitual era realizar una misma salida para todos los pilotos y que compitiesen todos juntos, en la Isla de Man decidieron hacer la carrera a contrarreloj, con los pilotos saliendo de forma escalonada con una diferencia de un minuto entre ellos, ganando quien haga el mejor tiempo.

Cartel de la primera edición del Tourist Trophy.

Con la reglamentación creada y con la Isla de Man como escenario ya sólo quedaba trazar el circuito y señalar un fecha. El trazado estuvo basado en el de años anteriores, pero era una versión reducida de 15 millas, unos 25 kilómetros, poniéndole el nombre de St. John’s short course. La fecha escogida fue el 28 de mayo de este 1907. Ya lo tenían todo para la celebración de la prueba, que la llamarían International Auto-Cycle Tourist Trophy, así que ahora ya sólo quedaba esperar. El 28 de mayo llegó y los pilotos ya estaban en la isla dispuestos a competir. La prueba se puso en marcha, y fue ganada por Charlie Collier, con una velocidad media de 38,21 millas por hora, algo más de 61 kilómetros por hora, que no estaba nada mal para la época.

Sello de la Isla de Man en honor a Charlie Collier.

Después de esta primera edición vinieron más, organizándose el evento de forma anual. La normativa iba cambiando con el paso de las ediciones, también se fue modificando el trazado hasta llegar al TT Mountain Circuit, de 37.73 millas, 60,718 kilómetros, 219 curvas, y evidentemente todo esto transcurría por las carreteras públicas de la isla. Todo iba con normalidad hasta 1914, que se competiría como en años anteriores, pero con el estallido de la Primera Guerra Mundial la carrera se tuvo que suspender hasta la finalización del conflicto. En 1920 se reanudó la prueba, con un nuevo nombre, el Tourist Trophy Isla de Man. La carrera iba ganando fama poco a poco, cada vez participaban más pilotos y se iban incluyendo nuevas categorías en función de las motos, pero nuevamente la carrera se vio interrumpida debido a un conflicto, en este caso la Segunda Guerra Mundial en 1939. El primer año sin carrera fue 1940, y no fue hasta 1947 cuando se pudo volver a organizar la prueba.

El auge de las competiciones de motociclismo le dio la idea a la FIM de organizar el Campeonato de Mundo de Motociclismo en 1949. La fama cogida por el TT Isla de Man llevó a la Federación a incluirlo en el calendario del mundial, siendo de hecho la cita inaugural de la primera temporada en 1949, llevando además a la prueba a un nuevo status. Por aquí pasaron y ganaron grandes nombres del mundial, como Geoff Duke, John Surtees, Mike Hailwood, Giacomo Agostini o Phil Read. A medida que pasaban los años las motos tenían más potencia y alcanzaban mayores velocidades, combinado con el hecho de que el Tourist Trophy se disputaba sobre un circuito callejero, donde lo habitual era que los pilotos pasasen muy cerca de muros, casas, árboles o zanjas, entre otras cosas, hacía que la carrera fuese cada vez más peligrosa, con accidentes graves que en ocasiones eran fatales.

Sidecar pilotado por Rose Hanks en el TT Isla de Man.

Los pilotos del mundial cada vez estaban más incómodos yendo a la Isla de Man a competir, porque, a pesar de las mejoras en seguridad en zonas del circuito por parte de la organización, veían la gran frecuencia de las desgracias y que era muy fácil perder la vida en el trazado. Ellos  empezaron a buscar un modo de presionar para que el mundial no volviese más a competir en la Isla de Man, pero como la FIM mantenía la prueba en el calendario, los pilotos empezaron a ausentarse hasta tal punto que Giacomo Agostini, que había logrado 10 victorias aquí, decidió no asistir a partir de 1973. Con el gran campeón ausente la prueba empezó a perder algo de interés, y a pesar de los esfuerzos por parte de los organizadores de aumentar las condiciones de seguridad, el Mundial de Motociclismo fue por última vez a la Isla de Man en 1976, yéndose en 1977 a Silverstone para celebrar el Gran Premio de Gran Bretaña.

A pesar de su salida del mundial , el TT Isla de Man continuó su andadura del mismo modo que hacía antes de 1949, aunque evidentemente con motos más potentes y rápidas, además de ciertas renovaciones en el trazado para disminuir la peligrosidad, pero no obstante al ser un circuito callejero de más de 60 kilómetros la seguridad al 100% está lejos de cumplirse. Pasaban los años, la expectación por la carrera seguía siendo alta, incluso había gente de fuera del Reino Unido viajaban a la isla para ver el espectáculo en vivo. También había más interés por participar en la prueba, tanto que se iban creando diferentes categorías en función de los pilotos y las motos, como la Senior TT, siendo ésta la más importante de todas, la Supersport TT, la Superstock TT o la categoría de sidecars, entre otras, aunque muchas de las categorías que iban surgiendo también desaparecían con el paso de los años.

Giacomo Agostini compitiendo en la Isla de Man.
Joey Dunlop, mayor vencedor del TT Isla de Man.

En la Isla de Man compitieron pilotos que pasaron a la historia gracias al buen palmarés que hicieron tras ganar en varias ocasiones, como Geoff Duke y John Surtees con 6 victorias, Phil Read con 8 triunfos, Giacomo Agostini con 10, Bruce Anstey con 12, Peter Hickman con 13, Mike Hailwood con 14, Ian Hutchinson con 16 o Dave Molyneux con 17, pero el podio de los tres pilotos con más victorias en el TT Isla de Man son John McGuinnes, con 23 triunfos, Michael Dunlop con 25 y Joey Dunlop siendo el mayor ganador con 26 victorias entre 1970 y el 2000. Pero aparte de la gloria que supone vencer en esta carrera, también está la otra realidad de la prueba, que es la muerte. El primer piloto que perdió la vida aquí fue el inglés Victor Surridge el 27 de junio de 1911, y el último en perder la vida fue otro inglés, Ian Bainbridge el 22 de agosto de 2023. Entre el TT Isla de Man y el Manx Grand Prix, otra carrera de motos como el TT, pero creada para aficionados, suman un total de 269 fallecidos a lo largo de la historia, siendo el 2005 el año más mortífero con 11 decesos, y desde 1937 hasta la actualidad, el único año donde no hubo ningún accidente mortal ha sido la edición de 1982. Por este motivo la Federación Española de Motociclismo decidió prohibir la participación de pilotos españoles en el TT Isla de Man debido al fallecimiento de Santiago Herrero en 1970, del mismo modo también la Federación de Motociclismo Italiana prohibió en 2018 que sus pilotos compitiesen en la prueba después del fallecimiento de Darío Cecconi en 2017, así que los pilotos de ambos países que quieran disputar el TT Isla de Man tienen que hacerlo bajo licencia de otro país.

Aparte de las dos Guerras Mundiales que obligaron a suspender la celebración de la carrera, la primera entre 1915 y 1919 y la segunda entre 1940 y 1946, hay otros dos momentos donde la prueba se vio interrumpida. La primera fue en el 2001 a causa del mal de las vacas locas, ya que el gobierno de la Isla de Man quería evitar la entrada masiva de gente para prevenir problemas sanitarios y que no hubiese males mayores en la isla. Posteriormente vino el Covid-19, que alteró la vida de la gente a nivel mundial, obligando entre otras cosas a cancelar el TT Isla de Man en 2020 y también en el 2021, para regresar en el 2022. Con el paso del tiempo apareció el debate de que si era conveniente seguir organizando el TT Isla de Man, ya que lo habitual era y sigue siendo el riesgo a un accidente grave e incluso a encontrar la muerte. Este debate también existe en la propia Isla de Man, donde parte de su población no está a favor de continuar con la prueba por considerarla muy peligrosa, pero también hay gente que sí está a favor de mantenerla, y apelan a que es una carrera tradicional que ya ha cogido bastante fama a nivel internacional, ayudando a que miles de turistas viajen a la isla y generen unos ingresos en la economía local, y como ejemplo está la edición del 2019, la última celebrada antes de la pandemia del Covid-19, donde el impacto económico dentro de la isla fue de unos 37 millones de libras gracias al TT Isla de Man.

2 Comentarios

  1. aliava dice:

    Yo, personalmente, acabaría con la prueba. No puede ser que cada año se hable más de que se ha producido una muerte que de quién ha ganado la prueba. También entiendo la repercusión económica que deberá traer a la isla y que, por ello, haya gente que no quiere acabar con la carrera. Para mí prima más la seguridad.

    Dicho esto la carrera en sí me parece interesante por se tan diferente al resto de las pruebas del motor, por eso de correr contrarreloj y no contra otros pilotos.

    Y viendo las prohibiciones, yo creo que si alguien se quiere jugarse la vida está en su derecho, pero que se atenga a las consecuencias

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    1. David R. dice:

      Es verdad que ahora tienen unas normas más estrictas que antaño, hay límites de edad, hay que presentar un reconocimiento médico para poder inscribirse, y se mira un poco por la seguridad, pero los accidentes siempre van a estar ahí, y hacerse mucho daño en la Isla de Man es tremendamente fácil, es como si ahora va MotoGP a correr en Mónaco, no creo que esa carrera se vaya a celebrar algún día.

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